Hacía tiempo que la idea de empezar un blog resonaba una y otra vez en mi mente… hasta que el día de hoy decidí de manera aleatoria comenzarlo, escribir y simplemente ver qué se siente publicar algo. El pensar en que quizás esto pueda ser leído por otras personas me genera intriga, nervios y ¡emoción!
Normalmente pienso mucho las cosas antes de actuar, pero en esta ocasión traté de ser un poco más espontánea. Pensé que elegir el nombre del blog me tomaría más tiempo, pero después de unos 15 minutos me di cuenta que lo único que en verdad me importaba en este momento era tener un blog, así que el nombre vino de mi amor por el té y las tardes.
En distintas etapas de mi vida me he dado cuenta que escribir es una manera en la que puedo liberar mis ideas y me hace sentir relajada… Curiosamente no había tenido problemas para expresarme de forma escrita y creo que es porque en esas ocasiones sabía que era algo que solo podría leer yo. Saber que esto llegará a muchas personas, me genera de manera indirecta una cierta incertidumbre inexplicable en la que dudo si la forma en la que estoy escribiendo o exponiendo mis ideas es la correcta. Pero bueno, supongo que eso es algo que iré mejorando conforme vaya redactando nuevas entradas.
Creo que poco a poco el blog irá tomando más forma. Realmente es algo así como un proyecto personal a forma de experimento solo para ver qué pasa. A través de este blog pienso expresar mi opinión/reflexión sobre temas de la vida cotidiana con los que creo que muchas personas pudieran sentirse identificadas… esto con el propósito de que sepan que no están solos. Que aún y cuando hay momentos difíciles en la vida, hay muchas personas en el mundo que también están luchando sus propias batallas, y que, no importa la magnitud de estas situaciones, todos tenemos derecho de ser escuchados.