¿Cuándo fue la última vez que respiraste profundamente?

¿Cuándo fue la última vez que respiraste profundamente? ¿Cuándo fue la última vez que te diste tiempo para observar tus alrededores? ¿Y la última vez que te diste permiso para solo existir en el ahora y estar bien con eso? Hoy, mientras escuchaba una canción instrumental y observaba los árboles a través de la ventana del cuarto, me di cuenta que hacía tiempo que no me sentía así… en paz… simplemente disfrutando de ver las hojas de los árboles moverse por el viento mientras la música fluía como fondo en ese preciso momento. Y fue justo en ese momento que sentí inspiración de querer escribir y hacer una pequeña reflexión sobre la cotidianidad de la vida.

Estamos acostumbrados a vivir con un “ruido” continuo en nuestros alrededores; ya sea el ruido que generan los automóviles y el tráfico de las ciudades, anuncios y panorámicos que nublan la vista hacia la naturaleza, notificaciones que llegan a nuestro celular por Whatsapp, Facebook, Instagram o cualquier otra aplicación… En fin, nos encontramos en un mundo en constante movimiento, lo cual ¡no tiene nada de malo! Sin embargo, lo que muchas veces no notamos es que nos quedamos en un ciclo vicioso de aceleramiento por los miles de pendientes que hay por hacer, llamadas que atender, situaciones que debemos resolver, pensamientos de “qué es lo que sigue por completar” y no logramos detenernos un momento a simplemente respirar profundo y apreciar nuestros alrededores.

Creo que es importante darnos tiempo, aunque sea una vez a la semana o unos minutos al día, para realmente respirar, tomarnos una taza de té o café con calma y disfrutar el ahora estando conscientes de lo que nos rodea. Disfrutar esas pequeñas cosas de la vida que damos por sentado como el sentir el viento en nuestra cara, ver el movimiento de las hojas de los árboles, observar el cielo y las nubes, sentir nuestros pies en la tierra, abrazar esa sensación de calma que nos invade en algún momento de nuestro día…

Este post es un recordatorio para darnos un respiro de la cotidianidad de la vida, para que logremos encontrar aunque sea un pedacito de nuestros días para dedicarlo solo a nosotros y lo que nos rodea, aún y cuando a veces eso parezca imposible. 

There really is a kind of insane beauty around us all the time. It’s just a question of learning to slow down, take a deep breath and meet the moment.

Graham Nash
Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *