¿Alguna vez has estado en el dilema de exigirte más de lo que has dado en tu día u optar por descansar? Bueno, me encuentro en ese pequeño dilema… una parte de mí me dice: “Ya hiciste demasiado, mereces descansar y tirarte en la cama, ver una serie…” y por otro lado está la versión de mí que piensa: “Hmm… ¿Qué más puedo hacer hoy para aprovechar todavía más el día?”. Polos opuestos. Pero, precisamente porque estoy en ese dilema es que decidí sacar provecho y hacer un “pequeño post”, aunque realmente no sé qué tan pequeño vaya a ser, sobre este tema.
Como he mencionado, escribir me ayuda a liberar mis emociones y de cierta manera a enfocar mis pensamientos, así que ¿por qué no convertir mi “dilema” en un post relajado sobre mi elección? Creo que mi decisión se ha tomado sin que le dé muchas vueltas… Me encuentro escribiendo en mi blog, escuchando algo de lo-fi en el fondo, mientras tomo un tecito de manzanilla, reflexionando sobre mi día.
Como sabrán por mi anterior post, me encuentro en Nueva Jersey con mi esposo. El día de hoy nos cambiamos de hotel dado que el anterior quedaba muy lejos de su trabajo. Para ser más rápidos en mover nuestras pertenencias, ayer estuve guardando cosas de la alacena, cosas mías que ya podía empezar a regresar a la maleta, etc. Hoy, aún y cuando avancé lo más que pude, terminamos apurándonos para terminar de empacar lo que faltaba, hacer check-out a la hora indicada y transportarnos a nuestro “nuevo hogar” (término que prefiero utilizar dado que estaremos unas cuantas semanas por aquí y me gusta sentirme como en casa aunque mi espacio físico sea distinto).
Hace unas cuántas horas nos instalamos y comencé a ordenar todo nuevamente para tener nuestras cosas a la mano. Durante ese tiempo, me di cuenta que disfruto de ese proceso de readaptar nuestro nuevo espacio para lograr que se sienta como un hogar al cual llegar… algo que hasta ahorita he tenido la oportunidad de poner más en práctica por el movimiento constante en el que hemos estado.
Finalmente estoy aquí viendo los frutos de mi trabajo y es cuando en mi mente salió el pensamiento de “LA ELECCIÓN”: ¿me exijo más o descanso? ¿Salgo a explorar los alrededores aunque esté cansada o mejor veo algo en Netflix? ¿Me arreglo para motivarme a salir o mejor me quedó en pijama? Y bueno, creo que ya sabrán cuál ha sido mi elección. Mi elección ha sido disfrutar mi nuevo espacio, quedarme en pijama, seguir tomando mi té, ver algo en Netflix y simplemente des-can-sar.
Y ustedes… ¿qué hacen cuando se encuentran en un dilema similar? ¿Les es fácil elegir? ¡Me encantaría escuchar de ustedes en los comentarios!
“El descanso y la risa son los actos más espirituales y subversivos de todos. Ríete, descansa, relájate”.
Anne Lamott