La mayoría de las personas tienen expectativas. Nuestra familia, nuestros papás, amigos, compañeros de trabajo e incluso nosotros tenemos expectativas sobre nosotros mismos. Muchas de las veces estas expectativas nos hacen actuar o pensar de cierta manera para no decepcionar a los demás, pero la realidad es que al final nos limitan a ser quien realmente somos y a disfrutar los altibajos que la vida trae consigo para formarnos como personas. En este momento quizás se pregunten: “¿cómo es que voy a disfrutar los “altibajos” de la vida? ¿Acaso debo estar feliz por pasar por situaciones complicadas?” Pero a lo que me refiero con esto es a que somos humanos, y parte de ser humanos es cometer errores, aprender de ellos y levantarnos para ser mejores personas. Si todo lo hiciéramos perfecto, creo que la vida sería demasiado monótona. Pero bueno, creo que me estoy desviando y esto puede ser tema para otro post.
Regresando al tema de “las expectativas”… cuando llegamos al mundo, nuestros papás seguramente se hacen muchas ideas sobre cómo seremos de grandes, la profesión que elegiremos, si seremos buenas personas, si tendremos pasatiempos similares a los de ellos o si incluso lograremos alcanzar algún sueño que ellos nunca pudieron realizar. Conforme vamos creciendo, adoptamos valores y creencias que se nos van inculcando y comenzamos a darnos cuenta, conforme vivimos nuevas experiencias, que las decisiones que vamos tomando pueden tener un impacto positivo o negativo en los demás y que este a la vez, puede hacer que cuestionemos nuestras decisiones, aún y cuando estamos seguros de lo que queremos. Vamos a desglosar un poco estos impactos.
Impacto Positivo
Cuando nuestras decisiones o acciones generan algo positivo
- Hay una aprobación ante la acción realizada
- Nos sentimos felices, apreciados y amados
- Observamos que los demás están contentos y esto nos hace sentir que debemos seguir realizando acciones similares para lograr esta misma reacción
- Sentimos que debemos seguir en ese camino… el camino que hace feliz a los demás
Sin embargo, aún y cuando esto suena muy bien porque nuestras decisiones/acciones “benefician” y hacen sentir bien a los que nos rodean… ¿qué pasa si el mantener estas acciones nos genera demasiado estrés por temor a equivocarnos aunque sea una vez o a tomar una decisión distinta a nuestro patrón? ¿Qué tal si un día no queremos seguir estas “reglas” por las que nos hemos regido casi toda la vida? ¿Qué pasa si ya no pensamos como hace 4 años? Como pueden ver, estas preguntas tienen algo en común que es: el miedo. Miedo a no ser quienes esperan que seamos y por consiguiente miedo a no ser suficiente para los demás, a que nos vean diferente y se decepcionen de nosotros.
Irónicamente lo que clasifiqué como ”impacto positivo” puede generarnos más estrés y ansiedad por siempre estar a la altura de lo que los demás esperan… siendo algo negativo para nosotros, pero positivo para los demás.
Impacto Negativo
Cuando nuestras decisiones o acciones generan algo negativo
- Notamos que hay desaprobación con la acción realizada; esto puede ser a través del lenguaje corporal o verbal
- Las personas pueden ponerse a la defensiva
- Recibimos comentarios pasivo-agresivos
- Vemos que hay inconformidad y tensión
- Nos damos cuenta que intentan convencernos del por qué no debimos haber hecho tal o cual cosa
Lo anterior no suena muy alentador que digamos… pero son situaciones que debemos afrontar para realmente conocernos y definir quién queremos ser. En esos momentos hay dos caminos que podemos tomar:
- Cumplir las expectativas de los demás: Volver a ser nuestro “antiguo yo” con el fin de no volver a decepcionar a nadie (o por lo menos intentarlo)
- Luchar por lo que en verdad creemos: No darnos por vencidos e ir contra la corriente, sabiendo que habrá gente que no apoyará al 100% nuestras decisiones y que deberemos mantenernos firmes para seguir avanzando en nuestro auto-conocimiento
Quizás para muchos la segunda opción es fácil de seguir… pero para muchos otros es dar un gran paso afrontando las consecuencias que conlleva el mantenernos fieles a nosotros mismos.
Experiencia personal
Cuando estudié la carrera tenía metas muy claras sobre qué quería hacer cuando me graduara. Aún y cuando sabía que no sería sencillo, me visualizaba de una u otra forma haciendo lo que yo quería: investigación científica. Sin embargo, al graduarme tuve un golpe de realidad. Resulta que la vida después de graduarme no era como esperaba y conseguir trabajo se volvió bastante complejo.
La oportunidad de poder trabajar en otro país se veía cada vez más lejos, así como mi sueño de trabajar en un laboratorio como científica. Seguí esforzándome y afortunadamente se me presentó una oportunidad de trabajo en un área distinta a la que estudié y decidí tomarla.
Este cambio de área no fue fácil de asimilar. Quizás ante los demás me mostré firme y segura en mi decisión, pero es algo que hasta la fecha no he superado por completo.
En parte, siento que el no haber superado esto completamente, se relaciona a esa expectativa que cree a mí misma de ”mi trabajo ideal”, por lo que recordar esa ”yo del pasado” remueve sentimientos de frustración ante no haber cumplido eso que yo me impuse.
Reflexión final
Creo que es importante evaluar muy bien qué es lo que realmente queremos. Podemos intentar hacer felices a los demás todo el tiempo, pero si esto significa que debemos sacrificar nuestros ideales o nuevas formas de pensar ¿vale la pena?
También considero que debemos ser más “generosos” con nosotros mismos. Muchas veces puede ser que la gran mayoría de las expectativas que formamos provengan de nosotros mismos, por el deseo de ser mejores, superarnos, ser exitosos…
Es normal que con el paso del tiempo y las experiencias que vayamos teniendo, nuestro carácter, personalidad y forma de pensar evolucionen. Está bien no cumplir con las expectativas que los demás tienen sobre nosotros por la búsqueda de encontrarnos a nosotros mismos y ser genuinamente nosotros.
No es un camino fácil, pero creo que podemos esforzarnos para evitar que las expectativas que los demás tienen sobre nosotros nos terminen lastimando, así como también evitar formar expectativas hacia nosotros y hacia los demás que perjudiquen nuestro estado emocional.
“No estoy en este mundo para cumplir tus expectativas, ni tú estás en este mundo para cumplir las mías”
Bruce Lee
Creo que aún puedes cumplir tu sueño de investigación científica. ¿Que tal si aplicas las herramientas de tu carrera en desarrollar un nuevo producto o servicio que actualmente percibes que no se está satisfaciendo completamente?
Aqui lo interesante sería que ese «pet project» te apasione y a la vez tenga viabilidad de ser una fuente de ingresos.
Claro!! Tal vez inicialmente prefieras ir por lo que más te gusta y dejar para un futuro las posibilidades de monetización. No hay problema.
Creo honestamente que tu blog es como una brisa fresca y fragante. Cuéntame más por favor!!
Saludos
Tomás