¿Cuántas veces has creído que no eres bueno en algo? ¿Cuántas veces has dudado de ti mismo para intentar algo nuevo por creer que no lo harás bien? ¿Crees que el miedo al fracaso te impide salir de tu zona de confort? Si alguna vez has dicho algo como: “No soy bueno/a cocinando”, “No soy bueno/a con las computadoras”, “No se me da el inglés”, “No se me da dibujar”, “No se me da <<inserte frase aquí>>”, no estás solo.
La verdad detrás de todo esto, no es que no seas bueno haciendo alguna actividad en particular, si no que no le has dedicado tiempo suficiente a aprender y pulir esas habilidades que se requieren para realizar esa actividad e ir mejorando con la práctica.
Personalmente, nunca me había considerado buena para cocinar… me veía haciendo cualquier otra cosa menos eso porque pensaba que no se me daba, que simplemente no era buena y que el resultado final no sería satisfactorio. Ahora que he logrado administrar mi tiempo de otra manera y he estado enfocando mis esfuerzos en tener una alimentación más saludable, he buscado recetas sencillas para experimentar y tener más opciones para el desayuno, la comida y la cena.
Para mi sorpresa, eso que pensaba de que “No era buena cocinando” ha cambiado completamente e incluso es una actividad que ahora disfruto mucho más. Estoy sorprendida de lo mucho que he crecido en este ámbito porque honestamente nunca pensé que sería hábil en la cocina. Gracias a la práctica y a que me he aventurado a experimentar preparando nuevos platillos, he ganado confianza en mí misma. Confianza que me ha mantenido motivada a seguir buscando recetas creativas, sencillas y saludables para seguir ampliando mi conocimiento en la cocina.
Mi perspectiva sobre cocinar ha cambiado bastante. Reflexionando un poco, gran parte de lo que me limitaba a intentarlo era saber que iba a fallar incluso antes de comenzar a hacer algo. Era como si mi cerebro estuviera programado automáticamente para el rechazo de esta actividad por ese miedo a fallar y no ser perfecta en algo. Pero… ¿realmente ser perfecto en todo es lo ideal?
En esta etapa en la que he estado cocinando más, he aprendido que: 1) Habrán momentos satisfactorios; cuando logro preparar algo por primera vez y me queda bien me siento orgullosa de mí misma, orgullosa de que logré hacer algo nuevo 2) Habrán momentos en los que la risa es la mejor medicina; momentos en los que lo que tenía pensado no salió para nada como lo visualizaba pero que me hicieron aprender algo nuevo y que, en lugar de verlos como fracasos, los veo como aprendizajes para seguir mejorando.
Platicando con mi mamá sobre esto, me comentó que nadie nace sabiendo todo, y que todos podemos aprender. Todo es cuestión de adquirir experiencia, dedicar tiempo, ser pacientes con nosotros mismos, darnos permiso de equivocarnos y seguir intentando.
El puente entre el conocimiento y la habilidad es la práctica. El puente entre la habilidad y el dominio es el tiempo.
JIM BOUCHARD