Multitasking adictivo… ¿Por qué creemos que ser multitasking es sinónimo de productividad? Cuando estamos acostumbrados a trabajar de esta manera, dejar de hacer multitasking puede ser algo complicado, es por eso que hoy te cuento mi experiencia sobre cómo ha ido cambiando mi percepción del multitasking.
Mis pensamientos un miércoles 29 de septiembre del 2021
Ahora que estoy en mi semana de “ir con el flujo del día” me he dado cuenta que de repente me siento extraña al realizar actividades que antes hacía junto con alguna otra actividad… como cocinar.
Cuando trabajaba, cocinaba al mismo tiempo que respondía algunos correos o chats, por lo que me encontraba en constante movimiento entre ambas actividades. Mi cerebro iba a mil por hora pensando que debía agregar cebolla, ajo y sal al arroz, mientras que por otro lado le daba click a una página para comenzar una actividad del trabajo y revisaba emails. En ese entonces, sabía que era demasiado, pero me las arreglaba porque quería mantener una alimentación saludable, y, hay que esforzarnos ¿no?

Ahora que estoy en otra etapa en mi vida, de repente intento recordar cómo le hacía para manejar ambas actividades al mismo tiempo y simplemente me digo a mi misma: “¡wow!”. En verdad es sorprendente… pero… esto no significa que “mi yo actual” esté de acuerdo con lo que “mi yo del pasado” hacía.
A lo largo de mi vida, he escuchado frases típicas sobre el multitasking como:
- “Hay que ser multitasking para poder hacer todas las actividades que tienes por completar”.
- “Si no eres multitasking no eres productivo” o “El multitasking nos ayuda a ser más productivos”.
- “Con el multitasking logras completar más tareas al mismo tiempo o en menor tiempo.”
- “En este trabajo se necesita multitasking”
Frases que principalmente escuché durante la carrera y en el trabajo. Y es que, en este mundo tan acelerado en el que vivimos, está esa creencia de que entre más logremos abarcar en nuestro día, más exitoso o productivo será.
Estamos acostumbrados a estar trabajando y revisar WhatsApp al mismo tiempo para contestarle a algún amigo, a trabajar y al mismo tiempo estar lavando ropa (otra actividad que también realizaba de esta forma), a tener una llamada con un amigo o familiar y estar ordenando o limpiando el cuarto, o ¡una de las más comunes! ¡Estar comiendo al mismo tiempo que seguimos trabajando!

Esta última siempre me ha generado frustración/ansiedad, no sé cómo explicarlo… pero en mi mente es como: “¿por qué no dedicarle media hora a comer sin nuestra laptop y luego seguir trabajando?” ¿Realmente no podemos dejar de trabajar y dedicar 30 minutos de nuestro día a comer? Pero bueno, estos son los extremos del multitasking y de nosotros cayendo en la trampa de las “normas de la sociedad” que nos hace pensar que estamos siendo productivos, cuando en realidad, esto del multitasking puede generarnos más daño que bienestar a nosotros mismos.
Ahora que puedo realizar actividades individuales y prestarles mi atención al 100%, me he sentido extraña… y pensándolo bien… creo que se debe a esto del multitasking. Ahora que puedo enfocar mi atención por completo a una sóla actividad, siento que mi cuerpo está pasando por una especie de «desintoxicación» tanto física como mental. Es como si mi cuerpo estuviera «luchando» internamente entre saber que está bien realizar una sóla actividad contra el sentir que quizás algo no está bien, que quizás debería ver la manera de «aprovechar más el tiempo» y que esto pudiera lograrse si regreso al multitasking.
Supongo que después de estar por muchos años haciendo las cosas de una manera, estoy sufriendo los efectos secundarios del «no tener que hacer multitasking» de los que creo no se habla mucho al respecto…
Esto de estar bien conmigo misma realizando una sola actividad a la vez, es algo que estaré poniendo en práctica todos los días. Sé que no será fácil porque la estructura en la que he estado inmersa por más de 7 años ha sido la de realizar múltiples actividades a la vez, por lo que no puedo esperar que el cambio se dé de la noche a la mañana. Pero estoy segura que conforme vayan pasando los días, me sentiré mejor.

Reflexión final
Durante el día podemos hacer muchas cosas, lo único es administrar bien nuestro tiempo y dar prioridad a las actividades que tienen mayor relevancia para nosotros. Enfocarnos en una actividad a la vez nos permite dar nuestro 100%, sin desviar nuestra atención a alguna otra tarea.
Como menciona Lucía B en “El Placer de hacer una sola cosa a la vez para sentir más”: “[…] Concentrarnos plenamente en el momento en que vivimos puede descubrirnos las pequeñas cosas a nuestro alrededor que antes no notábamos.” Me gustó mucho esta frase porque justamente es lo que siento está sucediendo conmigo; ahora que le dedico mi atención a una sola actividad, estoy descubriendo nuevas cosas sobre mí. Ha sido todo un proceso de reflexión, adaptación y aprendizaje continuo de la vida.
Tampoco hay que llevar esto del multitasking al extremo… ¡Claro que podemos escuchar música mientras escribimos, leemos, cocinamos, etc! Simplemente no llevarlo al extremo.
Me encantaría saber qué piensan de este tema y si alguna vez les ha sucedido algo similar ¡Hasta el próximo post!
“El camino más corto para hacer muchas cosas es hacer solamente una cosa a la vez”.
Samuel smiles
En algún lado leí que le preguntaban a un filósofo oriental cuál era su secreto para estar en armonía y su respuesta fue: «Cuando trabajo pienso en el trabajo, cuando descanso pienso en el descanso, cuando duermo pienso en dormir. Las personas normalmente trabajan pensando en el descanso y descansan pensando en el trabajo, de ese modo están en continua insatisfacción deseando lo que no tienen y no apreciando lo que tienen en ese momento frente a ellos.»