Scrollear, una palabra que proviene del inglés y que hemos adaptado al español para referirnos a esa acción de navegar en nuestro celular viendo contenido que se muestra en redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter, Pinterest, TikTok, entre otras, sin un propósito en específico más que el de entretenernos y pasar el tiempo cuando “no tenemos algo más qué hacer”.
Scrollear es una acción que se ha vuelto parte de nuestras vidas por el uso excesivo (diría yo) de nuestros smartphones y por esa necesidad que sentimos de querer contestar mensajes que recibimos de manera inmediata y de ver qué están haciendo (o han publicado) otras personas. Es algo a lo que nos hemos acostumbrado tanto que me atrevo a decir que muchas de las veces lo hacemos de forma inconsciente.

A continuación les comparto una lista de ocasiones en las que he notado que me encuentro scrolleando sólo porque sí:
- Cuando termino de hacer alguna actividad en casa y tengo algo tiempo para descansar
- Cuando estoy en una fila (banco, trámite, abordar un avión…)
- Cuando voy en Uber
- Justo antes de ir a dormir (esos 10 min de ver el celular ¡se han convertido en 1 hora sin darme cuenta!)
- Cuando recién despierto (no es muy agradable despertar, entrar a redes sociales y sentirme bombardeada de noticias de todo tipo de fuentes desconocidas)
- Cuando hago una llamada y no me contestan (ya estoy en mi celular, ¿por qué no ver qué hay nuevo en Facebook rápidamente? Y ahí se van unos 15 min…)
Ok. Ahí está mi “Lista de cuando scrolleo”.

El año pasado me percaté más de esta tendencia mía de scrollear, sobre todo antes de dormir y cuando terminaba alguna actividad, y comencé a enfocarme en cambiar este hábito porque no me aporta nada beneficioso y sabía que podía aprovechar mejor ese tiempo.
Una de mis metas del año pasado era retomar mi hábito de la lectura, por lo que cambié scrollear por mi Kindle en momentos en los que me daba cuenta que el tiempo se me estaba yendo estando únicamente en mi celular.
Admito que fueron muchas las ocasiones en las que, por hábito o costumbre, tomaba mi celular con la excusa de “revisar algo en específico” y pocos minutos después me encontraba en Facebook scrolleando. Sin embargo, creo que intercambiar esos momentos de scrollear por leer rindieron frutos, porque el 2022 ha sido uno de los años que más libros he leído.

Es sorprendente cuánto se puede avanzar en un libro sumando sesiones pequeñas de 10-15 min, tiempo que, de otra forma, pudo ser dedicado a scrollear sin obtener algo satisfactorio para mí. Sé que quizás 10 min de lectura no suena muy alentador, pero, cuando hay días en los que no logro darme mínimo 30 min para leer, esos 10 min ¡saben a gloria!
Otra acción que implementé para reducir mi tiempo de scrollear, fue tratar de no usar mucho mi celular antes de dormir. Esto no tuvo un impacto en mi hora de ir a dormir, pero por lo menos me ayudó a reducir esa costumbre que tenía de pasar tiempo en redes sociales antes de dormir. Si me iba a dormir tarde, ¿por qué no mejor avanzar en un libro en lugar de estar en mi celular? Por lo menos al día siguiente despertaría sabiendo que avancé en un capítulo del libro en lugar de haber dedicado tiempo a algo que, nuevamente, no me aporta nada. Ahora, cuando estoy lista para ir a dormir solo reviso mis alarmas y trato de no distraerme de notificaciones que pude haber recibido.

Scrollear sin sentido, es sólo eso… es una actividad que no tiene mucho sentido pero a la cual nos hemos acostumbrado. Es una actividad que puede llevarnos a querer comparar, sin querer realmente hacerlo, nuestra vida con la de aquellos que comparten la suya en redes sociales con fotos y videos únicos, mostrando una versión perfecta de ellos mismos, haciéndonos sentir que no estamos “aprovechando” nuestra vida como deberíamos.
Scrollear nos desconecta de vivir en el mundo real, de apreciar nuestro alrededor, de observar las montañas y el cielo, de convivir con nuestra familia y amigos dejándonos envolver por el presente, de ver a las personas caminar hacia sus destinos, de aprender a tener momentos en silencio con nosotros mismos sin ruido ni distractores. Irónico cómo es que en un mundo conectado, nos sentimos cada vez más desconectados, ¿no creen?

Si como yo, buscas retomar hobbies, tener más tiempo para dedicar a actividades que realmente disfrutas o quieres mejorar ciertos hábitos, te recomiendo que reflexiones en qué “se te va el tiempo” durante el día y en ver si hay acciones pequeñas que puedes realizar para recuperar el control de tu tiempo y de enfocarte en actividades que consideras más importantes para tí. No dejemos que la tecnología y las redes sociales se apoderen de nosotros. Tomemos el control de nuestra vida y decidamos cómo queremos usar estas tecnologías para nuestro beneficio.
If you replace mindless social media scrolling with reading and learning, a year from now, you won’t recognize yourself.
Jonathan Levi