Viajando en tiempos COVID | Agosto 2022

El día de ayer llegué con mi esposo a Lancaster, PA. Fue un día bastante cansado considerando que estuvimos prácticamente todo el día volando y en aeropuertos, pero afortunadamente ya estamos aquí. 

Nuestro primer vuelo salió a eso de la 1:00 PM y de ahí hicimos una escala de 3 horas, que en realidad se convirtió en una de 1 hora después de haber pasado por seguridad, recoger nuestras maletas, movernos a la terminal correcta y comer algo antes de tomar el siguiente vuelo a PHL. Llegando al aeropuerto de Philadelphia, rentamos un carro y entre eso y manejar al hotel, llegamos como a las 12:00 AM. 

Haciendo una pequeña reflexión el día de hoy, me di cuenta que viajar ahora es muy distinto a lo que era antes del COVID (al menos para los que nos seguimos cuidando). Siempre he disfrutado mucho de viajar, pero me he percatado que desde que comenzamos a retomar viajes en tiempos COVID, el día de volar al lugar de destino se ha vuelto un poco más estresante. Antes solo era asegurarnos de llevar nuestros pasaportes y visa (como documentos prioritarios), pero ahora también hay que llevar con nosotros la prueba de vacunación, cubrebocas, gel antibacterial y wipes. Cosas que, aunque parezcan pequeñas, agregan algo más en lo que debemos estar pensando.

Otra cosa es que, aunque quiera evitarlo, el ver que hay una persona que no trae cubrebocas y que estornuda o tose sin cuidado alguno, me estresa. Sé que yo estoy cuidándome lo más que puedo, pero da algo de frustración que los demás anden como si nada esparciendo gérmenes por ahí. 

Y finalmente, siempre he notado que al pasar por seguridad la gente se pone más “intensa”, sin embargo, siento que últimamente la gente tiene menos paciencia (esto es estrictamente mi punto de vista). Esto lo he visto sobre todo cuando estás haciendo fila para algo o pasas por seguridad. Ayer, en el punto de control de seguridad de la TSA me tocó que unas personas pusieron sus bandejas delante de las mías cuando yo ya estaba lista para pasar y ellos apenas se estaban quitando sus zapatos… No entiendo por qué hacer este tipo de acciones pero bueno, no será ni la primera ni la última vez. A practicar nuestra paciencia y tolerancia.

Sé que este post tiene un tono distinto a lo que normalmente publico, pero simplemente quería dejar fluir esta reflexión que hice en mi mente y compartirla en Tarde de Té. Todo esto surgió porque noté una enorme diferencia en cómo sentía mi cuerpo ayer en cuanto a tensión y estrés, a cómo inmediatamente sentí que mi cuerpo comenzó a relajarse cuando llegamos al hotel y a cómo me siento en este momento ya mucho más tranquila y relajada escribiendo.

Quizás a veces no nos damos cuenta por todo lo que pasa rápidamente a nuestro alrededor, pero creo que no importa qué tan pequeños sean ciertos cambios o situaciones que se presentan, al final tienen un impacto en nosotros, en cómo nos sentimos y reaccionamos. Todo el tiempo estamos rodeados de un constante cambio y lo único que podemos hacer es intentar adaptarnos lo mejor que podamos, reconocer aquellas situaciones que no nos hacen bien e intentar probar otras formas de reaccionar o actuar ante ellas para mantenernos calmados y disminuir el estrés. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo pero poco a poco creo que podemos lograrlo si nos esforzamos.

Stress is not what happens to us. It is our response to what happens. And response is something we can choose.

Maureen Killoran

Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio